Sangre,
sudor y lágrimas, eso es lo que ha tenido que pasar el HJK para dejar en la
cuneta al FK Rabotnicki y meterse en la tercera ronda de Champions League. Un
partido vibrante y lleno de emoción que ha terminado con el resultado de 2-1 y
ha hecho bueno el empate sin goles de la ida.
Lehkosuo
apostó por los mismos jugadores que en el partido de ida y sólo hizo un cambio
en el once, el ya recuperado Rasmus Schüller acompañó en medio campo a Tainio
dejando en el banquillo a Väyrynen.
La
afición no abandonó al equipo y el Sonera Stadium registró un lleno hasta la
bandera y con ese ambiente el equipo no podía fallar.
El
partido comenzó con poco ritmo y con ambos equipos estudiando al rival.
Enseguida el FK Rabotnicki se hizo con el mando del partido ante un HJK bien
posicionado en el terreno de juego pero muy nervioso e impreciso a la hora de
circular el balón.
Cuando
peor lo estaba pasando el equipo llegó el 0-1 obra de Robin Lod que batió al meta
Shishkovski con un derechazo muy ajustado tras una buena jugada y asistencia de
Kandji entrando por el costado derecho.
Sin
tiempo para asumir el golpe el FK Rabotnicki encajó el segundo gol cuatro minutos
después. Esta vez fue el central Moren el encargado de ampliar la ventaja con
un gran cabezazo a la salida de un córner.
De ahí
al final el HJK no sufrió apenas ante un FK Rabotnicki muy aturdido que sólo
creó peligro con un par de disparos lejanos que pusieron en apuros a Törnes.
Savage pudo hacer el tercero y sentenciar la eliminatoria pero su disparo desde
la frontal salió por encima del larguero.
El HJK
se fue a los vestuarios con los deberes casi hechos pero la segunda mitad
comenzó de la peor de las formas, con gol del FKRabotnicki. Disparo lejano del
alemán Vujcic que incomprensiblemente se cuela por el centro de la portería en
un grave error de nuestro portero Törnes.
Quedaban
más de cuarenta minutos de sufrimiento porque un gol del FK Rabotnicki nos dejaba
fuera, y se sufrió, vaya si se sufrió. El equipo macedonio no creó muchas
ocasiones de peligro pero cada balón al área hacía enmudecer las gradas del Sonera
Stadium.
HJK
pudo marcar el tercer gol y evitarse el sufrimiento final porque tuvo unas
contras muy claras con el FK Rabotnicki volcado buscando el empate. Primero
Robin Lod se encontró con el larguero y después Kandji tuvo dos mano a mano con
el portero que no supo resolver perdiéndose en regates dentro del área.
Merecimos
el tercero y no llegó, de ahí al final sufrimiento extremo con seis minutos de
descuento que se hicieron interminables. El FK Rabotnicki buscó el empate y
murió en nuestro área vendiendo muy cara la derrota. Con el pitido final los
nuestros se fundieron en abrazos y los macedonios cayeron derrotados sobre el césped
del Sonera. Mis felicitaciones al FK Rabotnicki que fue un dignísimo rival.
Y ahora
a pensar en el APOEL, la ida en Helsinki y la vuelta en Nicosia. Sigamos soñando…
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