Sabor agridulce el que nos dejó el HJK el pasado martes en
nuestro estreno en Champions League en el curso 2018. Visitábamos al Vikingur,
campeón de las Islas Féroe y claramente inferior a nuestro equipo.
El resultado de 1-2 es un resultado excelente para cualquier
equipo que juega como visitante en una eliminatoria europea pero todos nos
quedamos con la sensación de haber regalado el gol a los locales.
Un 0-4 no habría sido descabellado y todos nos habríamos ido
más contentos a casa, por desgracia no fue así.
El HJK formó con Rudakov bajo palos, como centrales los de
casi siempre, Obilor y Patronen. En los laterales jugaron Rafinha y Peiponen,
que se retiró lesionado en el descanso.
Centro del campo con Annan de medio centro y Mosa y
Dahlström como interiores, en bandas Riski y Mensah con Klauss, como siempre,
en la punta de lanza.
Muy pronto llegó el primero, tras una buena combinación en
ataque Dahlström conectó un gran disparo desde la frontal del área, el
derechazo con rosca se alojó en el fondo de las mallas.
Antes de cumplirse la primera media hora Rafinha puso un
buen balón en largo a Peiponen que entró por el costado derecho ganando la
espalda al lateral, el joven canterano cabeceó a Riski que apuró línea de fondo
y centró al punto de penalti donde Gregersen introdujo el balón en su propia
portería.
Mensah y sobretodo Klauss en dos ocasiones estuvieron cerca
de marcar el tercer gol pero el meta local se lució con buenas intervenciones y
así se llegó al descanso.
La segunda mitad comenzó igual, con los mismos
protagonistas. Disparo de Klauss y parada de Rasmussen.
En el ´51 llegó el surrealista gol del Vikingur, una falta
lejana fue colgada frontalmente al área, el balón bombeado y sin ningún peligro
le llegó a Vatnhamar que en un remate rarísimo dibujo una parábola en el aire
para sorprender a Rudakov con una especie de vaselina.
Tenemos que decir que en esa jugada Dahlström se duerme
totalmente en los laureles, no te pueden ganar la espalda con esa facilidad, y
más aún en un balón frontal en el que el defensa va de cara y tiene toda la
ventaja sobre el rival.
Con esta jugada queda claro que si no le pones intensidad
cualquier equipo te puede hacer un gol.
En plena “caraja” del equipo Dordevic recibió solo a la
espalda de Annan y asistió al nigeriano Lawal que ganó la partida a nuestros
centrales, afortunadamente Vesiaho se cruzó para evitar el empate.
El HJK dominó ante un rival agazapado pero no estuvo cerca
en ningún momento del gol. Lo más peligroso fue un remate cruzado de Klauss.
El próximo martes tocará rematar la faena, esperamos que sin
sobresaltos, en Helsinki.
Alineación:
Rudakov, Peiponen (´46 Vesiaho), Obilor, Patronen, Rafinha,
Annan, Dahlström, Mosa, Riski (´80 Vertainen, Mensah y Klauss
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